Nuestra Señora del Rosario
La Cofradía del Santo Rosario del Convento dominico de San Pablo se fundó alrededor de 1481, siendo una de las corporaciones de este tipo más antiguas, no sólo de España sino de Europa, y madre de la devoción rosariana en Sevilla, representando la ortodoxia formal de dicha devoción.
Las Cofradías del Rosario fueron instituciones fundadas directamente por la Orden de Predicadores, y dependientes material y espiritualmente de ella, al contrario que las Hermandades del Rosario diocesanas, que fueron animadas y fundadas, como la gran mayoría de las Hermandes de Penitencia y de Gloria, por grupos de fieles y devotos como manifestación de piedad popular.
Las Cofradías dependientes y tuteladas por la orden dominica eran un movimiento de carácter íntimo y Espiritual, mientras que las Hermandades diocesanas eran un movimiento más marcadamente espontáneo y Devocional.
Las Cofradías del Rosario no eran, por tanto, corporaciones de Gloria al uso, sino específicamente Rosarianas, con una singularidad propia que podían compartir, por ejemplo, con Hermandades como las Sacramentales, las de Ánimas o las Concepcionistas.
Y sus Imágenes no eran devocionales en el sentido con el que actualmente entendemos ese término, sino instrumentos de apoyo espiritual para el rezo privado e interiorizado del Santo Rosario.
Con ese concepto más íntimo y espiritual, la Cofradía del Rosario de San Pablo poseía dos Imágenes de la Virgen, una presidiendo el altar de su capilla del Convento, y otra para uso interno y comunitario de los frailes.
En 1787 la Cofradía encargó a Cristóbal Ramos la realización de las Imágenes actuales. Dos Imágenes que no se pueden entender ni considerar la una sin la otra.
La que actualmente recibe culto en la Parroquia de Santa María Magdalena, que venía a sustituir a la que presidía el altar de la capilla del Convento, es una Imagen de candelero para vestir, que sujeta el Niño con su brazo izquierdo.
La que se venera en la Capilla de Montserrat, que sustituyó a la Imagen particular de los frailes, es de talla completa de madera y telas encoladas, policromada y estofada.
Cristóbal Ramos (1725-1799) fue uno de los últimos escultores barrocos de la escuela sevillana. Pertenecía a la Real Escuela de Nobles Artes, y con él se vincula de algún modo el Academicismo Ilustrado del siglo XVIII con las raíces populares de la imaginería, a la que dotó de una impronta popular, como se manifiesta en las dos Imágenes de la Virgen del Rosario, plenamente imbuidas del estilo dieciocheco andaluz, donde se unen la unción íntima y espiritual con el carácter cotidiano y doméstico.
Una vez producida en 1941 la desagregación de las Hermandades del Rosario y de Montserrat tras la fusión de 1867, la Imagen de candelero quedó en la Parroquia casi sin cultos, haciéndose cargo de la misma al cabo de los años la Hermandad Sacramental, hasta la reorganización en 2005 de la Hermandad del Rosario. Mientras que la Imagen de talla permaneció a la veneración en la Capilla de Montserrat, celebrándose misa solemne en su honor en el mes de octubre desde los años 80 del siglo XX.
La Imagen de la Capilla había sido restaurada por Rivero Carrera en 2001, y la de la Parroquia lo fue por Fernando Aguado en 2008, tras la fusión de ambas Hermandades en 2006.
En las dos Imágenes permanecen impregnadas la vinculación histórica y espiritual con la Orden de Predicadores, manteniéndolas la Hermandad de Montserrat a la veneración y al culto para el servicio pastoral de la Parroquia de la Magdalena y de la Iglesia de Sevilla, a fin de promover la santificación del Pueblo de Dios por la oración y participar de los Misterios de Cristo (el Gozo de la Encarnación, la Luz de su Vida, de cuanto Hizo y Enseñó, el Dolor de su Pasión y Muerte, y la Gloria de su Resurrección y de la Pascua), mediante el rezo individual y comunitario del ejercicio del Santo Rosario.
Regina Sacratissimi Rosarii, ora pro nobis